La película, dirigida y escrita por los hermanos Arturo y Roy Ambriz (del estudio Cinema Fantasma), sigue la historia de Frankelda, una joven escritora mexicana del siglo XIX con un singular talento para crear relatos oscuros y fascinantes. Al sentirse ignorada por las expectativas sociales, Frankelda se adentra en su propio subconsciente, un mundo onírico donde los monstruos de sus historias cobran vida. Allí conoce a Herneval, un príncipe atormentado que la ayuda a restaurar el equilibrio entre ficción y realidad. Sin embargo, la amenaza se intensifica con la aparición de Procustes, un siniestro escritor que planea controlar ambos mundos.

Una producción 100% artesanal
El proceso de creación de Soy Frankelda fue un arduo y monumental esfuerzo artesanal en el que participaron cientos de artistas mexicanos. La película, de aproximadamente 113 minutos, se destaca por la creación de más de 200 marionetas y 50 escenarios distintos. El uso exclusivo del stop motion, con técnicas manuales, esqueleto de alambre e impresión 3D para piezas clave, marca una apuesta clara por el trabajo artesanal. Este ambicioso proyecto contó con la mentoría del cineasta Guillermo del Toro, añadiendo un guiño internacional a la producción.

Éxito en festivales y estreno comercial
Soy Frankelda tuvo su estreno mundial el 6 de junio de 2025 como cinta inaugural del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG 40). Posteriormente, la película fue presentada en el prestigioso Annecy International Animation Film Festival en Francia. Su estreno comercial en México está programado para el 23 de octubre de 2025, distribuida por Cinépolis. Este recorrido en festivales subraya su calidad y el potencial de posicionar a México como un referente en animación artesanal.

La mezcla de géneros y la voz de la juventud mexicana
Soy Frankelda no se limita a un solo género, sino que incorpora elementos de terror, fantasía, comedia y musicales, creando una experiencia dinámica y sorprendente. Esta mezcla audaz es parte de la identidad del estudio Cinema Fantasma, que busca crear un cine de género que hable a la juventud mexicana. La historia de Frankelda, una escritora que desafía las expectativas del siglo XIX, resuena con los jóvenes que hoy exploran su propia identidad y creatividad a través de medios no convencionales, haciendo de la película un espejo del proceso de autodescubrimiento y expresión artística.

El impacto cultural y su estilo visual
El largometraje ya ha sido calificado como un «antes y un después» para la industria de animación nacional, demostrando la capacidad del talento mexicano para abordar producciones de gran escala. Visualmente, la cinta bebe de estéticas como las de Tim Burton en lo oscuro y fantástico, y de sagas como El Señor de los Anillos o Harry Potter en cuanto a la elaboración de mundos. A la vez, incorpora elementos de identidad mexicana, como figuras inspiradas en el folclore local. La historia de Frankelda, que debe enfrentar las criaturas de su mente, funciona como una poderosa metáfora del propio proceso creativo y del miedo al rechazo artístico.

El alto costo de la animación artesanal
El logro de realizar Soy Frankelda íntegramente en stop motion en México es significativo debido al arduo proceso y la inversión que implica la técnica. A diferencia de la animación por computadora, cada segundo de metraje requiere la manipulación manual de marionetas y escenarios, lo que incrementa la duración de la producción y su costo. Los creadores han destacado que esta apuesta por la técnica artesanal fue un acto de amor por el arte y una forma de demostrar el talento técnico que existe en el país, posicionando el filme como un referente de la «animación de autor» en el panorama internacional.
Échale un vistazo al trailer de la película…………
 


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
