Luis Moya

En los últimos años, la UFC (Ultimate Fighting Championship) ha experimentado un notable crecimiento en México, posicionándose como una de las disciplinas de combate más seguidas, especialmente entre las generaciones jóvenes. Este fenómeno responde a una mezcla de factores culturales, económicos y estratégicos, que han logrado insertar a la UFC en el corazón del deporte mexicano, tradicionalmente dominado por el boxeo, el fútbol y la lucha libre. La expansión de la UFC en México no es accidental; es el resultado de un enfoque de marketing bien ejecutado, una narrativa aspiracional y el posicionamiento de atletas nacionales en la élite del octágono.


1. UFC: De deporte de nicho a espectáculo global

La UFC nació en 1993 como un torneo de combate sin restricciones, orientado a probar qué disciplina marcial era superior. Con el tiempo, evolucionó hacia un deporte profesional altamente regulado conocido como artes marciales mixtas (MMA), combinando jiu-jitsu, boxeo, lucha olímpica, muay thai y karate, entre otros estilos. Bajo la dirección de Dana White y la adquisición por parte de Zuffa y luego de Endeavor, la UFC se transformó en un espectáculo global con millones de seguidores en todo el mundo.

En México, el interés por la UFC comenzó como un fenómeno digital, con seguidores accediendo a peleas vía redes sociales, foros y canales como Fox Sports o ESPN. Sin embargo, el verdadero auge se ha dado desde 2014, cuando se realizó el primer evento oficial en Ciudad de México (UFC 180), con Cain Velásquez —peleador de raíces mexicanas— como figura principal.


2. Factores del crecimiento en el mercado mexicano

El crecimiento de la UFC en México se explica por múltiples factores:

  • Presencia de peleadores mexicanos de alto perfil: Brandon Moreno, Alexa Grasso, Yair Rodríguez e Irene Aldana son algunos de los nombres que han puesto a México en el mapa del MMA mundial. Su éxito ha sido esencial para inspirar a nuevos fanáticos y construir narrativas de orgullo nacional.
  • Eventos en territorio nacional: La UFC ha realizado varias funciones en Ciudad de México y ha manifestado su intención de crear un Performance Institute en el país. Estas acciones demuestran un compromiso a largo plazo con el mercado mexicano (UFC, 2023).
  • Accesibilidad digital y redes sociales: A través de plataformas como YouTube, TikTok e Instagram, la UFC ha sabido generar contenido accesible, educativo y espectacular que atrapa a los consumidores jóvenes. Clips de knockouts, entrenamientos y backstage humanizan a los peleadores y construyen una comunidad activa.
  • Cambio generacional en el consumo deportivo: Mientras deportes como el boxeo pierden atractivo entre las nuevas generaciones, la UFC ofrece una estética visual más dinámica, una narrativa más global y una estructura competitiva más ágil. El deporte se adapta perfectamente a los hábitos de consumo on-demand.

3. Narrativa de esfuerzo y superación: el marketing emocional

Uno de los pilares del marketing de la UFC es la narrativa de superación personal, muy efectiva en mercados como el mexicano. Muchos peleadores han surgido de contextos humildes y han llegado a la cima por medio de disciplina, resiliencia y coraje. Estas historias resuenan profundamente con la audiencia mexicana, que valora la lucha contra la adversidad como parte de su imaginario cultural.

El caso de Brandon Moreno es ejemplar. Nacido en Tijuana, fue rechazado en su primera participación en The Ultimate Fighter y años más tarde se convirtió en el primer campeón mundial nacido en México en la UFC. Su carisma, humildad y estilo de pelea agresivo lo han convertido en un referente nacional y un embajador de marca involuntario para la UFC en México.


4. Estrategias de branding y patrocinios

La UFC ha implementado estrategias de branding deportivo que buscan posicionarla como una marca aspiracional. A diferencia del boxeo, donde los promotores dominan el relato, la UFC controla toda la cadena de producción: desde el evento hasta la imagen del atleta. Esto permite mantener estándares visuales consistentes, campañas globales unificadas y una experiencia inmersiva en vivo o vía streaming.

Marcas como Modelo, Monster Energy, Crypto.com y Venum han encontrado en la UFC un espacio ideal para conectar con consumidores jóvenes, urbanos y apasionados. En México, esta estrategia se adapta al contexto cultural, con campañas en español, productos personalizados y colaboraciones con peleadores locales.


5. Merchandising, academias y consumo cruzado

El crecimiento de la UFC también ha estimulado un ecosistema comercial paralelo:

  • Academias de MMA: Han crecido exponencialmente en México, con escuelas en ciudades como Monterrey, Tijuana, Guadalajara y Ciudad de México. Esto no solo promueve el deporte, sino que fideliza al consumidor desde la experiencia física.
  • Merchandising y coleccionables: La venta de ropa, guantes, figuras de acción y accesorios con licencia UFC ha crecido a la par del interés por el deporte. La estética visual de la marca (colores oscuros, letras gruesas, símbolos de combate) conecta con los gustos urbanos y alternativos.
  • Contenido multiplataforma: Documentales, reality shows (como Dana White’s Contender Series) y biopics han expandido el interés por las historias detrás de cada peleador, convirtiendo el octágono en una narrativa continua.

6. Retos en el mercado mexicano

Pese a su crecimiento, la UFC en México enfrenta desafíos importantes:

  • Educación del consumidor: A diferencia del boxeo o la lucha libre, el MMA aún requiere pedagogía para ser entendido por el público general. Muchas reglas, técnicas y conceptos son desconocidos fuera del nicho aficionado.
  • Infraestructura deportiva: Aunque el talento existe, muchos gimnasios carecen de apoyos institucionales, inversión o visibilidad. El desarrollo de peleadores locales requiere un sistema de detección y formación más robusto.
  • Competencia con tradiciones arraigadas: La UFC compite con deportes profundamente instalados en la cultura nacional. Desplazar al boxeo o al fútbol como pasiones de masas aún tomará tiempo y estrategia.

El crecimiento de la UFC en México no es una moda pasajera, sino el reflejo de un fenómeno global que ha sabido adaptarse al contexto cultural y digital de las nuevas generaciones. Mediante el uso estratégico del marketing emocional, la narrativa de superación, y el posicionamiento de ídolos nacionales, la UFC ha conquistado una parte importante del mercado mexicano. Si logra consolidar sus academias, generar nuevos ídolos y continuar con eventos presenciales, México puede convertirse en una potencia del MMA en los próximos años. El octágono, sin duda, ha llegado para quedarse.


Referencias

  • Holt, D. B. (2004). How Brands Become Icons: The Principles of Cultural Branding. Harvard Business Press.
  • Krishna, A. (2012). Consumer Sensory Experience: An Overview of Conceptual and Practical DimensionsJournal of Consumer Psychology, 22(3), 332–351.
  • UFC. (2023). UFC anuncia Performance Institute en Méxicohttps://www.ufcespanol.com
  • Rodríguez, F. (2022). MMA y consumo cultural: Análisis del caso UFC en MéxicoRevista Latinoamericana de Marketing Deportivo, 10(1), 45–61.
  • Sánchez, R. (2023). Brandon Moreno y el nuevo rostro del deporte mexicanoEl Financiero.