El pasado sábado 18 de octubre de 2025, la Ciudad de México se transformó. Las avenidas que normalmente están repletas de oficinistas, turistas y autos se rindieron ante la invasión de los muertos vivientes. Miles de personas, caracterizadas con un nivel de detalle que va del gore cinematográfico a la sátira política, se congregaron en el Monumento a la Revolución para la décimo octava edición de la Marcha Zombie.
Este evento, que culminó en el Zócalo capitalino, es mucho más que un simple desfile de disfraces o una fiesta de Halloween anticipada. A lo largo de sus casi dos décadas de existencia, la Marcha Zombie CDMX se ha consolidado como un fenómeno sociocultural de gran importancia, trascendiendo la esfera del entretenimiento para convertirse en un poderoso motor de solidaridad y una plataforma única para la expresión cultural alternativa y el uso democrático del espacio público.
La Causa Detrás de la Putrefacción
La característica más significativa que distingue a la Marcha Zombie de la CDMX de otros eventos similares en el mundo es su profundo enfoque social. Bajo el lema «marchamos por una causa social», el requisito tácito para quienes participan activamente en el contingente no es solo la caracterización, sino la donación de alimentos no perecederos.

En su edición 2025, esta noble causa continuó su misión de apoyar al banco de alimentos Unidos Distribuimos y Transformamos IAP. Históricamente, este evento ha logrado recolectar miles de kilogramos de productos básicos (arroz, frijol, lentejas, enlatados) que se destinan a comunidades vulnerables con inseguridad alimentaria. En años anteriores, se ha superado la tonelada de alimentos, y la meta para este año fue, sin duda, aún más ambiciosa.
Esta dualidad entre lo lúdico y lo altruista subraya la madurez del evento y su relevancia cívica. Al pedir un “costo” de participación que no es monetario, sino solidario, se establece un vínculo directo entre la diversión colectiva y el beneficio comunitario. De esta manera, cada máscara ensangrentada y cada traje rasgado se convierte en un símbolo de generosidad y conciencia social en el corazón de la capital.
La Celebración de la Creatividad Urbana y el Cosplay
Desde una perspectiva cultural, la Marcha Zombie es una de las mayores vitrinas de creatividad amateur y performance colectivo en el país. Los participantes invierten tiempo, esfuerzo y dinero en lograr caracterizaciones que, en ocasiones, rivalizan con la producción de efectos especiales de Hollywood.
La importancia cultural de la marcha radica en varios pilares:
- Libre Expresión Creativa: Permite a miles de personas experimentar con el cosplay y el maquillaje de terror sin restricciones, fomentando el desarrollo de habilidades artísticas y la creación de comunidades de fanáticos.
- Concursos y Reconocimiento: Actividades como el Concurso «Rey & Reina Zombie 2025», que se lleva a cabo desde las 11:00 de la mañana en el Monumento a la Revolución, ofrecen un espacio de reconocimiento y premiación económica para el ingenio. Esto eleva el estándar de caracterización año con año.
- Performance Colectivo: El evento no es solo una caminata; es una coreografía masiva. La realización del icónico baile de «Thriller» de Michael Jackson, dirigido por Pepe Márquez, momentos antes del arranque oficial, transforma la explanada en un gigantesco flash mob. Este elemento lúdico es clave para la identidad del evento y atrae tanto a participantes activos como a espectadores.
La marcha, que cumple su 18.ª edición, se ha convertido en una tradición de Halloween y Día de Muertos tan esperada como las ofrendas y las Mega Procesiones de Catrinas. Marca el inicio festivo de la temporada de terror y celebra la cultura alternativa y la tolerancia en la metrópoli más grande de México.

Ocupación y Democratización del Espacio Público
La ruta de la Marcha Zombie que va del Monumento a la Revolución, avanza por Paseo de la Reforma, Avenida Juárez, y culmina en el Zócalo es fundamental para su importancia urbana.
- Transformación del Paisaje Urbano: Por unas horas, los principales ejes viales de la ciudad se cierran a la circulación motorizada para ceder el paso a los peatones disfrazados. Esto democratiza el uso del espacio, transformando el asfalto funcional en un escenario de fantasía accesible a miles de familias, jóvenes y adultos.
- Comunidad y Convivencia: La marcha es explícitamente familiar y un motor de convivencia. Los asistentes vienen de todas las alcaldías y, a menudo, de otros estados, para compartir la experiencia. Como señalaron varios participantes en la edición de 2025, la marcha se ha vuelto una tradición familiar que se comparte entre generaciones, uniendo a los aficionados al terror en un ambiente de respeto y tolerancia.
- Movilización Social Única: A diferencia de otras movilizaciones que buscan la protesta, la Marcha Zombie busca la celebración y el altruismo. Esta movilización pacífica y organizada demuestra el poder de la sociedad civil para generar eventos de gran magnitud que combinan la diversión con un impacto tangible en la vida de los más necesitados.
La Marcha Zombie de la CDMX ha dejado de ser una simple caminata para convertirse en un acontecimiento cultural icónico que marca la pauta para las celebraciones de otoño. Al cumplir la mayoría de edad (18 años), reafirma su triple importancia: como plataforma de expresión creativa masiva, como evento altruista que moviliza recursos para el banco de alimentos, y como un ejercicio de apropiación cívica que llena de vida, ironía y conciencia social el corazón de la Ciudad de México.
Te comparto un video de la marcha:
