Cada Nochebuena millones de familias sirven pavo como plato central. Pero ¿por qué precisamente este animal? Responderlo nos lleva del virreinato, los rituales mexicas, los colonizadores ingleses, la realeza europea y hasta Charles Dickens. La historia del guajolote, el ave americana por excelencia, es también la historia de cómo las culturas transforman costumbres y celebraciones.
El origen del guajolote: un ave profundamente mexicana
El pavo conocido en México como guajolote, es la misma especie (Meleagris gallopavo). El nombre cambia según la región: guajolote viene del náhuatl huaxolotl y es el término original usado en México; pavo es el nombre que adoptaron los españoles al llevar el ave a Europa, y desde ahí se popularizó en otros países. Pero en esencia pavo y guajolote son lo mismo.

Este animal ha sido importante desde hace miles de años. Los pueblos indígenas de Mesoamérica lo domesticaron hace unos 2,500 años, y el pavo moderno proviene sobre todo del que criaban los aztecas. En otras regiones, como en el suroeste de Estados Unidos, culturas como los Anasazi y los Salado también lo criaban.
Para diferentes culturas indígenas su significado iba más allá de lo culinario:
- Para los mexicas representaba vida, sol y renacimiento, y se asociaba con Tezcatlipoca.
- Para los Apache y Hopi formaba parte de prácticas agrícolas y de sanación.
El viaje del pavo a Europa: del guajolote al manjar aristocrático
No fue Cristóbal Colón quien lo nombró “pavo”, pues él nunca estuvo en territorios donde habitara el guajolote. Quien realmente lo llevó a Europa fue Pedro Nuño que lo introdujo en Galicia hacia 1499. Años después Hernán Cortés lo presentó en la corte española como el huexólotl, una “gallina grande de estas tierras”.
La carne blanca de esta ave fascinó rápidamente a la aristocracia europea. Su tamaño, sabor y exotismo lo convirtieron en un platillo codiciado, caro y simbólico. Así empezó el camino del guajolote para convertirse en “pavo” y propagarse por el continente.
Tres razones por las que el pavo domina la cena navideña
Existen tres grandes versiones que explican cómo el pavo terminó reinando la Navidad en México y otros países.
1. Herencia indígena + evangelización en México
Los antiguos pobladores ya valoraban el sabor del guajolote en combinación con mole. Cuando comenzó la evangelización, los conquistadores utilizaron este platillo en celebraciones religiosas relevantes.
Así, durante las festividades cristianas, especialmente las destacadas, se cocinaba pavo para compartirlo con la congregación. Con el tiempo esta práctica se integró a la Nochebuena, adaptándose como platillo central en México.

2. Acción de Gracias y la expansión norteamericana
En 1620 los colonos ingleses que llegaron a Massachusetts sobrevivieron gracias a la caza de pavos silvestres. En 1621 celebraron su primer Día de Acción de Gracias con un firkee (similar a la palabra “turkey”), convirtiéndolo en símbolo de abundancia.
Siglos más tarde, entre las décadas de 1930 y 1940 Estados Unidos criaba tantos pavos que los exportó masivamente a Latinoamérica, fortaleciendo la costumbre del pavo navideño como platillo principal.

3. Charles Dickens y el impacto cultural de “Un cuento de Navidad”
La obra Un cuento de Navidad popularizó al pavo como gesto de reconciliación y generosidad.
En el relato, Scrooge, arrepentido, compra un pavo gigante para la cena de los Cratchit. Ese gesto marcó a la sociedad británica y consolidó la imagen del pavo como símbolo navideño.
Del relato escrito a la tradición popular, el pavo se volvió parte esencial de la escena navideña.

La cena navideña moderna: del lujo al hogar común
Durante siglos, comer pavo era un privilegio de la nobleza europea. Cambios tecnológicos como la refrigeración, los avances en crianza y transporte, y la mayor disponibilidad del animal hicieron que en el siglo XX, el pavo dejara de ser exclusivo y llegara a los hogares comunes.
Su éxito se debe también a que:
- Es un animal grande que alimenta a muchas personas.
- Su periodo de engorda es corto (alrededor de 9 meses).
- Puede sustituir al ganso (antes tradicional en Reino Unido) con más rendimiento.
El pavo se volvió el platillo perfecto para una familia reunida alrededor de la mesa, un símbolo de abundancia y de unión.

Datos curiosos del pavo que enriquecen su historia
- El primer consumo registrado en Inglaterra fue en 1541, atribuido al arzobispo Thomas Cramner.
- “Turkey” podría derivar de que los españoles creyeron que los guajolotes se parecían a gallinas de Guinea, comunes en Turquía.
- En un inicio los españoles lo llamaron “gallina de las Indias”, antes de optar por el término “pavo”.
- En 1930, la caza indiscriminada casi lo extingue, su crianza regulada evitó su desaparición.
Un platillo que une culturas, épocas y significados
El pavo o guajolote, ha recorrido un largo camino: de ser alimento ceremonial en rituales prehispánicos a manjar aristocrático europeo, símbolo de gratitud en Norteamérica y estandarte de generosidad en la literatura.
Hoy se sirve como platillo central de la Navidad, acompañado muchas veces por los romeritos, creando una mesa que refleja siglos de historia, intercambio cultural y tradición.
El pavo no solo alimenta: cuenta una historia.
