Una vez, hace mucho tiempo —léase: hace cinco años—, para hacer una película necesitabas cámaras, luces, actores con traumas infantiles y un editor con gastritis crónica. Hoy, necesitas tres cosas: una laptop, un motor gráfico de videojuegos y no tenerle miedo al futuro (ni a los despidos masivos). Así es amigues, la creación audiovisual ha mutado. Ya no se graba, se renderiza. Ya no se edita, se predice. Y si pensabas que el cine estaba cambiando… no, mi ciela, ya cambió.

GUIONES QUE ESCRIBE UN ROBOT Y DIRECTORES QUE LE HACEN CASO
El proceso tradicional: un guionista neurótico con ojeras y un deadline. El nuevo proceso: ChatGPT te escribe un guión, tú lo editas en pijama y luego lo mandas a previsualizar con un motor gráfico que también te genera locaciones, luces y hasta clima. ¿Qué sigue? ¿Que la IA también actúe? Spoiler: ya lo hace. Y a veces mejor que ciertos galanes de Netflix.
La palabra clave aquí es producción virtual. ¿El nuevo Mandamiento? Lo arreglamos en pre. Las pantallas LED gigantes tipo «Mandalorian» no son decorado, son el set entero. Usan Unreal Engine —sí, el mismo de los videojuegos— para simular planetas, cafeterías o apocalipsis con una fidelidad tan absurda que da miedo. Bienvenides al “Volume”: donde todo parece real, pero no hay ni catering.

SIMULCAM O CÓMO VIVIR EN LA MATRIX Y FILMARLO TAMBIÉN
Gracias a un invento llamado Simulcam, las cámaras físicas se sincronizan con los mundos virtuales en tiempo real. O sea: la cámara se mueve en el estudio y el paisaje digital se mueve con ella. Como si fuera un TikTok, pero con presupuesto.
Actores y directores ya no tienen que “imaginar” que hay un dragón. Ahora lo ven de verdad… o al menos en una pantalla curva que los hace sudar como si lo fuera. La iluminación se adapta, la atmósfera se ajusta, y el resultado final está casi listo durante el rodaje. Bye bye a semanas en postproducción. Hola ansiedad en preproducción.

te interesa el tema ???
vista: www.laresistenciapost.com
LA POSTPRODUCCIÓN SE VUELVE UN MITO URBANO
La postproducción, esa bella etapa donde todo se arreglaba con paracetamol y café, está siendo fagocitada por la producción virtual y la inteligencia artificial. No es que desaparezca, pero ahora es más como un snack que como una cena de tres tiempos.
La IA ya sugiere cortes de edición, mejora audios, corrige colores y hasta produce efectos visuales en segundos. Ah, y también predice tendencias, escribe sinopsis, y te avisa si tu película va a fracasar antes de que la termines. Brutal pero útil, como un amigo honesto.

¿EL FUTURO? PERSONALIZADO, INTERACTIVO Y UN POCO CREEPY
¿Te imaginas que una película cambie según quién la ve? Pues ya hay IA trabajando en eso. Narrativas que se adaptan a tu historial de Google, a tu cara, a tu estado de ánimo. Como si Black Mirror se volviera un feature de Amazon Prime.
La creación audiovisual ya no es un proceso lineal. Es un flujo constante, en tiempo real, donde producción, post, guion, IA y café coexisten en el mismo archivo de After Effects. El set ya no es un lugar físico: es un estado mental… con plugins.

LO BUENO, LO MALO Y LO RARO
Lo bueno: velocidad, ahorro, realismo, libertad creativa.
Lo malo: brecha de habilidades, dilemas éticos, deepfakes con cara de tu abuelita.
Lo raro: un futuro donde tus películas favoritas podrían no haber sido filmadas por humanos.
En resumen: bienvenidos a una nueva era donde la historia ya no es lo importante. Lo importante es cómo se cuenta. Y cada vez más, quién la cuenta es una máquina con mejores ideas que tu ex profe de cine.
Así que sí, la postproducción como la conocíamos está más muerta que el DVD. Pero no llores. Celebra. Porque lo que viene… es gloriosamente monstruoso.