La era del streaming y las redes sociales ha creado una nueva generación de celebridades: los influencers de nicho. En el ámbito de la salud, figuras como el Dr. Polo Guerrero (@pologuerrero.med) amasaron millones de seguidores en TikTok y YouTube gracias a su habilidad para simplificar temas médicos complejos. Estos creadores se convirtieron en fuentes de información confiable para sus audiencias.

Sin embargo, a principios de octubre de 2025, esta confianza se desmoronó. La revelación de que el Dr. Polo y otros profesionales participaron en una campaña pagada y oculta para desprestigiar a la bebida rehidratante Electrolit no fue solo un desliz publicitario; fue un terremoto ético que puso en jaque su reputación y credibilidad profesional.

De la Traición a la Confianza

El escándalo fue destapado por otro influencer médico, Mr. Doctor, quien expuso la existencia de una campaña financiada por un tercero (presumiblemente un competidor de Electrolit). Esta campaña no pedía una opinión honesta, sino una crítica dirigida que se enfocaba en el supuesto «exceso de azúcar» y los «riesgos para la salud» de Electrolit. El contenido solicitado venía con un guión específico para ser presentado como un descubrimiento periodístico o una revelación médica, en lugar de una colaboración pagada.

La participación del Dr. Polo Guerrero en este esquema, que implicaba una retribución económica considerable (se habló de hasta $48,000 pesos por video en el caso de Mr. Doctor, que lo rechazó), generó un impacto negativo demoledor por tres razones fundamentales:

1. El Conflicto de Intereses Médico-Comercial

Un profesional de la salud tiene el deber ético de priorizar el bienestar y la información veraz para sus pacientes y audiencia. Cuando un médico acepta dinero para promover una crítica negativa sin revelar el conflicto de intereses, transforma su opinión médica en una herramienta de guerra comercial.

En el caso del Dr. Polo, el impacto negativo radica en que miles de personas confiaron en su juicio clínico para tomar decisiones de salud, solo para descubrir que ese juicio había sido comprado y dirigido por una estrategia de desprestigio. Esto es una violación directa del pacto de confianza que existe entre el público y el profesional de bata blanca.

2. La Prueba de la Culpa

Lo que consolidó el impacto negativo en la imagen del Dr. Polo fue la reacción posterior a la exposición. Mientras Mr. Doctor hacía pública la evidencia, varios influencers involucrados, incluido el Dr. Polo, supuestamente procedieron a eliminar o borrar las publicaciones comprometedoras que criticaban a Electrolit.

Este acto de borrado fue interpretado por la audiencia como una admisión tácita de culpa. En el entorno digital, el silencio y la eliminación de contenido son vistos como un intento desesperado por ocultar evidencia, lo que agrava la ofensa original. Este silencio, además, fue contrastado con un video anterior del propio Dr. Polo en el que hablaba favorablemente de Electrolit, exponiendo una contradicción flagrante que dañó aún más su coherencia y honestidad profesional.

3. El Desgaste Irreversible de la Marca Personal

El impacto negativo de esta polémica en el Dr. Polo Guerrero no se mide en pérdidas económicas inmediatas, sino en el desgaste irreversible de su marca personal: la credibilidad.

Para un influencer médico, la credibilidad es la moneda más valiosa. Una vez que la audiencia percibe que la información de salud puede ser comprada o que la crítica es una fachada, la marca personal se devalúa severamente.

  • Pérdida de autoridad: El público ahora cuestionará cualquier consejo futuro del Dr. Polo. Cada recomendación, cada producto evaluado, será visto bajo la lupa de «¿Quién le pagó por decir esto?».
  • Campaña de Contradicción: Las redes se inundaron de comparaciones entre el video pagado y otros contenidos anteriores, dañando su reputación de experto consistente.
  • Riesgo de Cancelación: Aunque la «cancelación» es un concepto volátil, el riesgo de perder patrocinadores y colaboraciones futuras debido a la falta de ética se vuelve muy real. Las marcas serias son reacias a asociarse con figuras que han demostrado falta de transparencia fundamental.

Un Futuro Marcado por la Duda

En la jungla de la desinformación en línea, los influencers médicos tienen una enorme responsabilidad. La polémica del Dr. Polo Guerrero sirvió como un recordatorio doloroso de que la promesa de ganancias fáciles a través de campañas encubiertas tiene un costo muy alto: la confianza ganada con años de trabajo.

Aunque es posible que recupere seguidores con el tiempo, la duda siempre flotará sobre su contenido. Este incidente será citado en el futuro como un ejemplo de lo que sucede cuando la ética profesional se sacrifica por el dinero fácil, dejando una marca indeleble en la reputación de uno de los tiktokers médicos más populares de su generación.


Te comparto el video que fue eliminado por Dr Polo: