Seguramente has escuchado a alguien decir: “¡Declara, decreta y el universo conspira!” La idea de manifestar se ha vuelto casi una religión: frases motivacionales, pizarras de deseos, 11:11, y miles de videos que prometen que, si repites lo que quieres con fe, un día te despiertas y ¡boom!: coche nuevo, viaje soñado o el trabajo de tus sueños.

Pero… ¿qué tan real es esto de decretar? ¿De verdad sirve para que las cosas sucedan o solo es un placebo que nos da esperanza cuando la vida se pone difícil? Hoy, te contamos lo bonito, lo engañoso y lo que la ciencia dice sobre repetir afirmaciones como mantras mágicos.

¿De dónde viene eso de “decretar”?

El concepto no es nuevo. Muchas filosofías espirituales mezclan la idea de “la palabra tiene poder” desde hace siglos. Algunas ramas de la metafísica y la “Ley de la Atracción” dicen que cuando declaras algo con fuerza, vibras en esa frecuencia y “atraes” lo que pides.

Este boom volvió a pegar con fuerza gracias a libros y más recientemente con TikTokers que hacen retos de “manifestar en 3 días” o escribir 55 veces lo que deseas durante 5 días seguidos. El ritual importa tanto como la fe: la creencia es que entre más específica tu afirmación, más rápido llega.

¿Qué dice la ciencia?

Ahora, la parte menos mágica: hasta ahora, ningún estudio serio ha demostrado que decretar mueva objetos o materialice millones por arte de magia. No hay evidencia de que el universo esté escuchando tus decretos literales.

Pero… ¡no te deprimas! Sí hay algo de cierto detrás de tanto post motivacional. La psicología explica que cuando repites algo constantemente, tu cerebro empieza a enfocarse en eso. Es lo que se llama profecía autocumplida: tu mente se alinea y empieza a notar oportunidades que antes ignoraba.

Por ejemplo: decretas “voy a encontrar trabajo”. No es que aparezca solo porque lo dijiste, sino porque tu mente empieza a buscar más opciones, tomas decisiones que antes posponías y, sin darte cuenta, empujas tu realidad hacia esa meta.

El efecto placebo que sí funciona

Decretar también funciona como motivador emocional. Repetir afirmaciones puede aumentar tu confianza, bajarte la ansiedad y recordarte que mereces cosas buenas. Aunque no tengas evidencia de que un “universo” esté conspirando por ti, sí tienes a tu cerebro trabajando para no rendirse.

De hecho, muchos coaches de productividad mezclan afirmaciones con metas reales: la clave está en no quedarse solo con decretar, sino en tomar acción. Si no mueves un dedo, ningún decreto va a salir del papel.

Decretar en TikTok: memes, velitas y cristales

Hoy, manifestar se volvió pop culture. Hay audios virales, trends de scripting, tips para “alinear tus chakras” y hasta tutoriales de cómo “elevar tu vibración con cuarzos”. Algunos lo hacen en serio, otros se ríen mientras piden a gritos un novio millonario.

Y ahí está lo lindo: aunque sepas que no es magia literal, decretar se vuelve un ritual divertido. Sirve para soñar despierto, compartir con amigos y recordarte que querer cosas grandes no está mal. El truco está en saber distinguir entre la fantasía y lo que depende de tus acciones.

Canciones para decretar vibes: el soundtrack del manifesting

Si algo tiene la cultura pop es que siempre hay una canción para todo, y manifestar no es la excepción. Ariana Grande, por ejemplo, se convirtió en reina del manifesting pop con “just like magic”, donde básicamente presume cómo atrae bendiciones “solo con su vibra”.

Otras canciones que muchos usan para subir la vibra incluyen “Good as Hell” de Lizzo (autoafirmación pura), “7 Rings” de la misma Ariana (decretar lujo y abundancia en forma de diamantes), “Confident” de Demi Lovato (poder interno) y hasta “Roar” de Katy Perry, para recordarte que la fuerza está en ti.

Para muchos, poner estas canciones de fondo mientras repiten afirmaciones o escriben su scripting es casi un ritual: beats, decretos y actitud de “sí se va a dar”. Porque si vas a hablarle al universo, al menos que tenga buen soundtrack.

Entonces… ¿sirve o no sirve?

La respuesta real: depende de ti. Decretar puede ser un motivador interno, un recordatorio de tus metas y una forma de programarte para moverte. No es magia instantánea, pero sí puede ser el primer paso para que actúes diferente.

Al final, decir “el universo conspira” es bonito. Pero lo que realmente conspira a tu favor es tu mente cuando decide no soltar la meta. Así que sí: decreta, pero no olvides mandar ese currículum, abrir ese negocio, mandar ese mensaje. El resto es solo poesía (o placebo cósmico).


Aquí te dejo una playlist con canciones que te pueden ayudar a manifestar…


Conoce un poco más del autor:

https://www.instagram.com/alxs._.mapl?igsh=MXVtYjlmYm1pbWR6dA%3D%3D&utm_source=qr