Llega una edad en la que ya nada te sorprende. Musicalmente, vivimos como turistas en un cementerio: visitando las tumbas de las canciones que nos gustaban en vez de explorar ahí afuera algo nuevo que nos pueda volar la cabeza. Podrías pensar que es porque tenemos gustos exquisitos, desarrollados por años de escuchar discos piratas y quemar CDs con portada Sharpie, pero no. La verdadera razón es que ya somos unos viejos cagados de miedo. Miedo a probar cosas nuevas. Miedo a que nos gusten demasiado.
Y justo eso pasó con SOLO PERDIMOS EL TIEMPO, el nuevo EP de Clément. Nos dio miedo lo mucho que nos puede llegar a gustar.
Con un regusto que recuerda a Emmanuel Horvilleur (no pregunten por qué, simplemente sucede), este artista salvadoreño-mexicano logró ese pop suave e hipnótico que te transporta a tus mejores noches tirando drinks con supermodelos en Saint Tropez… o al menos con tu compa el Uber flash de las tres de la mañana.
UN EP PARA TUS LÁGRIMAS DE ADULTO
Hay días en los que abres Spotify queriendo sentirte vivo, pero terminas escuchando el mismo reggaetón con flauta de pan que suena en el Oxxo de tu colonia. Entonces aparece Clément con su EP, y te preguntas si tu terapeuta está detrás de esto para que por fin llores y sueltes el trauma de tu primer amor.
Clément –sí, con acento francés en la e, no se te vaya a olvidar mientras le pones leche de almendra a tu latte– decidió que ya era hora de escribir para él mismo y no para los popstars sin alma para quienes produce. Y vaya que se nota. Lanzó este EP con Virgin Music US Latin, y si no lo has escuchado, te advertimos: es la playlist perfecta para ver el techo de tu cuarto, stalkear a tu ex y confirmar que ya ni se acuerda de tu cumpleaños.
POP VULNERABLE SIN PENA
Con cuatro temas que suenan a madrugada con frío y piso pegajoso de antro, Clément te dice sin anestesia que el amor apesta, pero que al menos puedes bailar lento mientras lo aceptas. En “ANDAMOS BIEN.” te recuerda que no, no estás bien, pero puedes fingirlo con estilo. “ADONDE VOY??” suena a esas caminatas nocturnas donde cuestionas tu existencia con un Monster Mango Loco en la mano. “lejos de ti” es para quienes juran que ya superaron a su ex, pero siguen subiendo frases indirectas a close friends. Y “No fuimos nada” es el himno definitivo para cuando confirmas que, efectivamente, no fueron nada, y ahora ni te dejan en visto.
SONIDO FRÍO, POP QUE ABRAZA
La producción es un viaje denso: beats magnéticos, sintetizadores que suenan a edificios de concreto mal iluminados y un aura que te abraza como hoodie robada de alguien que ya no te habla. Todo con esa honestidad brutal de quien sabe que el amor y el fracaso romántico son la misma basura envuelta diferente. “Decidí dejar de resistirme al impulso por hacer esta música para mí”, confesó Clément, básicamente diciéndole al mundo: “No la hice para ti, pero si te duele, de nada”.
LA ESTÉTICA DE LA SOLEDAD
Este EP no busca consolarte. Te empuja a tocar fondo con elegancia, para que luego presumas en Twitter: “escuchando Clément, no me hablen”. Es vulnerable sin caer en la cursilería barata del pop latino actual. Aquí no hay beats tropicales que te dicen “perrea pa’ olvidar”, sino sonidos urbanos fríos que te susurran “sí, estás solo, pero mírate qué bonito lloras”.
Clément se planta como promesa emergente en la escena alternativa latina. Quizá no te saque de tu depresión, pero al menos te dará una banda sonora digna para tu próxima crisis existencial.