En 2016, el mundo del marketing automotriz presenció una de las campañas más memorables entre marcas rivales. Con motivo del retiro de Dieter Zetsche, CEO de Mercedes-Benz, BMW lanzó un video que parecía una emotiva despedida, pero que terminó con un giro inesperado y una frase que se volvió legendaria: “Free at last”.
El video comienza con un tono respetuoso y cálido: Zetsche abandona la sede de Mercedes, saluda a empleados, recibe homenajes y se despide con dignidad. Todo sugiere un tributo sincero a una figura clave en la industria automotriz. Pero al llegar a casa, el tono cambia: Zetsche se quita el traje, se relaja… y sale a conducir un BMW i8. El mensaje final aparece en pantalla: “Free at last”.
La frase, cargada de humor y elegancia, sugiere que ahora que ya no lidera Mercedes-Benz, es libre de manejar lo que realmente quiere. BMW logra así una jugada maestra: rinde homenaje a un rival mientras refuerza su propia identidad como marca innovadora y deseada.
Una clase magistral de marketing competitivo
La campaña fue desarrollada por la agencia Jung von Matt y se viralizó rápidamente en redes sociales, acumulando millones de vistas y reacciones. Fue celebrada por su tono respetuoso, su narrativa inteligente y su capacidad de convertir un momento corporativo en una oportunidad de marca.
BMW no recurrió a la confrontación directa ni a la burla. En cambio, utilizó el storytelling para construir una historia que conecta emocionalmente, genera conversación y posiciona al BMW i8 como el auto que incluso el CEO de Mercedes querría conducir.
¿Por qué fue tan efectiva?
- 🎬 Narrativa emocional: comienza como un homenaje y termina como una revelación.
- 🧠 Humor inteligente: la frase “Free at last” es provocadora sin ser ofensiva.
- 🚗 Producto protagonista: el BMW i8 aparece como símbolo de libertad e innovación.
- 📈 Alto impacto viral: el video fue compartido por medios, influencers y fanáticos del motor.
- 🤝 Respeto entre rivales: la campaña no ataca, sino que juega con la idea de admiración mutua.
Este tipo de publicidad demuestra cómo las marcas pueden usar momentos clave para conectar con el público, incluso cuando se trata de sus competidores. BMW lo hizo con estilo, humor y una frase que quedó para la historia.
