El calendario cultural de la Ciudad de México está salpicado de fechas clave, pero ninguna es tan vibrante y fantástica como el Desfile de Alebrijes Monumentales. Cada año, a mediados de octubre, el Museo de Arte Popular (MAP) convoca a cientos de artesanos a transformar sus sueños y pesadillas en bestias de papel maché y cartón que marchan por el corazón de la capital.
El reciente Decimoséptimo Desfile de Alebrijes Monumentales 2025, celebrado el pasado sábado 18 de octubre, fue más que un evento turístico; fue una poderosa declaración sobre la vitalidad del arte popular mexicano y su inquebrantable resistencia cultural. La importancia de esta tradición radica en su capacidad para actuar como un crisol donde se fusionan la mitología prehispánica, la artesanía tradicional y la creatividad contemporánea, ofreciendo al mundo una ventana única a la psique festiva de México.
El Renacimiento de la Cartonería y el Espíritu Onírico
Para comprender la magnitud de este desfile, es esencial entender su protagonista: el alebrije. Estas criaturas no nacieron de un mito antiguo, sino de un sueño febril. Su historia se remonta a los años 30, cuando el artesano cartonero Pedro Linares López, de la Ciudad de México, cayó gravemente enfermo. En su delirio, Linares vio seres fantásticos: un burro con alas, un gallo con cuernos de toro, y un león con cabeza de águila, que gritaban la palabra «¡Alebrijes!». Al recuperarse, plasmó estas visiones en papel y cartón, dando vida a un nuevo género artístico.

El desfile del MAP es el clímax de esta tradición. Lo que lo hace monumental es la escala: las piezas deben medir entre 2 y 2.60 metros de altura, exigiendo a los artesanos una dedicación que puede superar los dos meses de trabajo intenso y colaborativo. La importancia artística reside en dos puntos:
- Valoración de la Cartonería: Históricamente, la cartonería fue vista como una artesanía menor. El desfile la eleva al estatus de arte monumental, demostrando su complejidad técnica y su riqueza expresiva.
- Fusión de Formas: Cada alebrije es un acto de sincretismo creativo. Como explicaba un artesano de Tláhuac en la edición de 2025, sus piezas incorporan elementos prehispánicos (cabezas de Quetzalcóatl), junto a animales contemporáneos en peligro de extinción, demostrando que la tradición está viva y evoluciona con su entorno.
La Gran Fiesta de la Identidad y el Embajador Cultural
El desfile de Alebrijes ha logrado consolidarse como el preludio indispensable de la temporada de Día de Muertos. Aunque es anterior al Mega Desfile oficial de Catrinas, la colorida irrupción de las bestias fantásticas en las calles de la capital sirve como el perfecto pistoletazo de salida para una de las celebraciones más importantes del país.
La importancia cultural del evento se mide por su capacidad de convocatoria y su impacto simbólico:
- Reapropiación del Espacio Público: El recorrido, que va del Zócalo al Ángel de la Independencia (cubriendo el corazón histórico y moderno de la CDMX), transforma las principales avenidas en una galería al aire libre, gratuita y accesible para todos. Este uso masivo del espacio público fomenta la cohesión social y la participación ciudadana.
- Diversidad Geográfica: Aunque Linares era de la CDMX, el concurso de Alebrijes atrae a creadores de al menos diez estados, incluyendo Guanajuato, Morelos, Puebla y Tlaxcala. Esto lo convierte en un evento nacional que celebra la diversidad de técnicas y estilos de la artesanía mexicana, funcionando, como lo señaló el director del MAP, Walther Boelsterly, como un evento que convierte a estos Alebrijes en «embajadores de México a nivel mundial».

Impacto Social, Económico y Fomento al Talento
Detrás de cada alebrije monumental hay una historia de esfuerzo y, a menudo, de subsistencia. El desfile es crucial para los artesanos mexicanos porque:
- Reconocimiento Económico: El evento funciona como un concurso con premios monetarios significativos (70,000 pesos para el primer lugar en 2025), lo que proporciona un incentivo financiero directo y un reconocimiento formal a un oficio que a menudo es mal pagado.
- Plataforma de Visibilidad: La exposición masiva en Paseo de la Reforma (donde las piezas se exhiben hasta el 9 de noviembre) funciona como una vitrina de marketing incomparable. Miles de visitantes nacionales e internacionales ven el trabajo de los creadores, lo que puede traducirse en comisiones y ventas directas a coleccionistas o patrocinadores.
- Inclusión Social: El evento del MAP también ha impulsado proyectos de inclusión, como la participación de la Fundación Renacimiento en la edición de 2025. Este grupo, que representa a niños y adolescentes de una casa hogar, construyó un alebrije mitad jaguar y mitad águila, simbolizando que el arte popular es una herramienta poderosa para el desarrollo personal y la resiliencia social.
El desfile no es solo una efímera explosión de color. Es una celebración sostenida de la identidad, una inversión en el talento artesanal y una reafirmación anual de que la fantasía y la creatividad son activos culturales que la Ciudad de México está decidida a proteger y proyectar al mundo.
Te comparto un video del desfile: