El imaginario colectivo mexicano tiene una pesadilla muy clara: que el presidente Donald Trump –de regreso al poder en su nueva temporada presidencial– decida romper el T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá). Ahora, antes de entrar en pánico, aquí en Tigrepop te decimos que este tipo de amenazas suenan más como el berrinche de dos hermanas que se gritan desde el pasillo: “Ya no te voy a hablar”, sabiendo perfectamente que, al final del día, ambas se necesitan.

Pero, ¿qué pasaría en México si Trump, en su habitual estilo dramático, decide aniquilar el tratado que ha sido fundamental para nuestras economías? Vamos a desmenuzar este escenario apocalíptico.

1. Adiós a los Precios Bajos: Bienvenidos Aranceles

El T-MEC es el filtro que nos permite tener productos estadounidenses y canadienses a precios razonables. Sin él, nos despedimos de las tarifas preferenciales. De pronto, los aranceles caerían sobre los productos importados como una tormenta: automóviles, celulares, computadoras, televisores… todo se encarecería. Sí, esos iPhones y laptops que traes a 12 meses sin intereses se dispararían de precio, y la tecnología de punta se convertiría en un lujo

2. Desabasto: Productos que Podrían Desaparecer del Mercado

Al subir los aranceles, muchas empresas podrían optar por no traer sus productos a México porque el costo ya no lo justificaría. ¿Quieres un ejemplo? Las carnitas asadas tendrían que cambiar de menú, porque la carne de res estadounidense, con sus altos impuestos de importación, sería como comprar filete de oro. También podríamos decirle adiós a productos específicos como ciertos lácteos, frutas, y hasta los amados cereales gringos que encontramos en cada supermercado. Todo eso estaría en riesgo.

3. El Temor de los Empleos Perdidos

En México, el T-MEC ha sido una bendición para la industria automotriz y electrónica. Plantas en el Bajío que producen piezas para coches Ford o componentes para Samsung podrían cerrar o reducir operaciones. Miles de empleos se irían por el caño, y una buena parte de los estados del centro y norte del país verían una crisis económica que afectaría desde los trabajos de manufactura hasta la economía local.

4. ¿Adiós a la Inversión Extranjera?

No solo es cuestión de productos y empleos. El T-MEC representa estabilidad para los inversionistas extranjeros. Sin esta seguridad, las empresas multinacionales que han construido sus bases en México pensarían dos veces si quedarse. Las inversiones caerían y, con ello, la economía en general. Tal vez esos nuevos centros comerciales y complejos de oficinas de lujo ya no serían tan viables.

5. Inflación en el Supermercado: La Tortilla y el Pan en Peligro

México importa una tonelada de productos agrícolas de Estados Unidos. Trigo, maíz y soya vienen directo del campo americano al suelo mexicano, permitiéndonos mantener precios relativamente accesibles en alimentos básicos. Sin el T-MEC, esos insumos agrícolas subirían de precio, y nuestra tortilla de cada día podría convertirse en un lujo más caro de lo que nos gustaría. ¿El pan para el desayuno? Prepárate para un incremento significativo, porque el trigo también se vería afectado.

6. La Gran Incógnita: ¿Realmente Pasará?

Todo suena aterrador, pero hay un detalle que muchas veces se olvida: a Estados Unidos le conviene tanto como a nosotros mantener el tratado. Las economías de ambos países están tan entrelazadas que romper el T-MEC sería como dispararse en el pie. No solo México sufriría; las empresas estadounidenses, desde agricultores hasta fabricantes de autopartes, perderían uno de sus mercados más fuertes. Es una relación de “hermanas en la misma casa”, donde ambos sabemos que necesitamos mantenernos en contacto para no destrozar lo que tenemos.

Así que, mientras las amenazas de Trump pueden parecer intimidantes, la realidad es que México y Estados Unidos se necesitan mutuamente para mantener sus economías vivas y funcionales. Trump puede alzar la voz y hacer ruido, pero al final del día, el T-MEC está ahí porque beneficia a todos.