¿Quién no quiso alguna vez tener su propio Pikachu? Pokémon no es solo un anime: es un fenómeno cultural que se metió en nuestras mochilas, en la televisión y hasta en el patio de la escuela. Y aunque hoy existen miles de animes, pocos han logrado lo que esta franquicia: volverse parte de la infancia (y adultez) de millones.
Pero… ¿qué hace que Pokémon siga reinando después de tantas temporadas, juegos, películas y peluches? ¿Por qué muchos lo siguen considerando el mejor anime de la historia, incluso frente a titanes como Dragon Ball, One Piece o Naruto? Aquí te lo explico: nostalgia, aventura, amistad… y una estrategia de marketing tan poderosa como un ataque eléctrico de Pikachu.
Un mundo que todos queríamos visitar
La magia de Pokémon empieza con su mundo. Desde la primera vez que vimos a Ash Ketchum quedarse dormido y correr a buscar su primer Pokémon, algo hizo clic. La idea de salir de casa a capturar criaturas adorables (o salvajes) era la fantasía perfecta para cualquier niño o niña de los 90 y 2000. Cada episodio era una promesa: nuevos Pokémon, nuevos amigos, nuevos retos.
Y aunque el viaje de Ash era casi siempre el mismo, perder en la Liga, aprender algo sobre la amistad, y seguir adelante, la repetición no cansa cuando el universo es tan grande. Ciudades diferentes, gimnasios con líderes carismáticos, ligas regionales y rivales con estilo hacían que siempre hubiera algo por descubrir.

Un protagonista que nunca creció (y así nos acompañó)
Muchos se burlan de Ash porque parece inmortal: pasan los años, cambian regiones y él sigue teniendo 10 años. Pero ese es justo su encanto. Ash representa la eterna chispa de aventura y optimismo. Cada vez que pierde, se sacude el polvo y vuelve a intentarlo, recordándonos que lo importante no es ganar, sino el viaje (y la amistad con Pikachu, claro).
Su relación con Pikachu es uno de los dúos más icónicos de la animación. El ratón eléctrico no habla (bueno, casi nunca), pero sus gestos, gritos y chisporroteos son suficientes para transmitir emoción pura. Y no importa si tienes 7 o 27 años: Pikachu sigue siendo un ícono que provoca “awws” instantáneos.

No solo anime: toda una máquina de cultura pop
Pokémon no sería Pokémon sin todo lo que construyó alrededor. Los videojuegos mantuvieron vivo el hype, permitiéndonos ser entrenadores sin salir de casa. ¿Quién no intercambió un Gengar por cable link? Las cartas coleccionables, los tazos, las películas, los juguetes, hasta los peluches que decoran escritorios adultos hoy en día.
Y luego llegó Pokémon GO para demostrarnos que el sueño podía ser real. De repente, millones salieron a las calles para cazar Pikachus y Charizards virtuales. Fue el fenómeno que unió a fans viejos y nuevos en parques, plazas y avenidas. Si eso no prueba que Pokémon tiene un encanto que trasciende generaciones, nada lo hace.

Lecciones disfrazadas de ataques especiales
Detrás de cada batalla Pokémon hay un mensaje de trabajo en equipo, disciplina y respeto por la naturaleza. Ash nunca trata a sus Pokémon como herramientas: son sus amigos, compañeros de aventuras. A lo largo de cada arco, vemos cómo se forman lazos, cómo se celebra la diferencia y se defiende la diversidad.
Además, el anime no teme tocar temas emocionales. ¿Quién no lloró con la despedida de Butterfree? ¿O se emocionó con el sacrificio de Pikachu para proteger a Ash? Pokémon sabe cuándo volverse profundo, justo cuando menos lo esperas.
Pokémon en Nintendo Switch y el futuro que se asoma
Otro punto que mantiene viva la llama Pokémon es su evolución en consolas. La llegada de títulos como “Pokémon Sword & Shield”, “Let’s Go Pikachu & Eevee”, “Pokémon Legends: Arceus y Scarlet & Violet” a Nintendo Switch marcó una nueva etapa: mundos más abiertos, mecánicas renovadas y gráficos que, aunque criticados a veces, siguen vendiendo millones de copias.
Con cada nueva generación, la franquicia experimenta: desde capturar Pokémon a la vieja escuela hasta explorar regiones sin rutas lineales y con Pokémon salvajes corriendo libres entre praderas y montañas. Todo apunta a que Game Freak seguirá apostando por mundos abiertos, exploración libre y mecánicas híbridas entre nostalgia y novedad.
Si bien algunos fans piden mejoras gráficas y menos bugs, la verdad es que Pokémon siempre logra reinventarse lo justo para atrapar a la vieja y la nueva generación de entrenadores. Con rumores de nuevos remakes y spin-offs, el futuro de la saga promete seguir evolucionando como un Eevee con mil piedras evolutivas listas para usar.

¿Por qué sigue siendo el mejor?
Podrías argumentar que otros animes tienen tramas más maduras, combates más épicos o animación más pulida. Pero Pokémon tiene algo que pocos alcanzan: corazón. Su esencia es simple, universal y casi imposible de copiar. Es un recordatorio de aventuras infinitas, de amigos fieles y de un mundo donde cualquiera puede ser maestro Pokémon si cree en sí mismo (y entrena mucho, claro).

Si te interesó el artículo… Ve el primer episodio de “Viajes pokémon”:
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