En el competitivo mundo del chocolate, donde el sabor ya no es suficiente para diferenciarse, Milka —la icónica marca suiza— apostó por una estrategia emocional que tocó corazones en toda Europa: “El pedazo que falta”. La campaña consistía en vender tabletas de chocolate con un cuadrito faltante, que los consumidores podían enviar por correo a alguien especial. El mensaje era claro: “El último pedazo es para quien más quieres”.
¿Cómo funcionaba?
Cada tableta de Milka venía con un espacio vacío, perfectamente diseñado para que se notara la ausencia. En el empaque, se incluía un código que permitía al comprador ingresar a una plataforma digital, escribir un mensaje personalizado y enviar el cuadrito faltante por correo postal a cualquier persona en Europa.
El cuadrito llegaba en un pequeño sobre morado, acompañado del mensaje, convirtiéndose en un gesto tangible de cariño.
¿Por qué fue tan exitosa?
Desde una perspectiva de marketing, la campaña logró:
- Transformar una ausencia en un acto de afecto. Lo que parecía un defecto se convirtió en una oportunidad de conexión emocional.
- Activar el poder del regalo personalizado. El cuadrito no era solo chocolate, era una muestra de atención.
- Generar conversación orgánica. Miles de personas compartieron sus experiencias en redes sociales, mostrando el cuadrito recibido y el mensaje que lo acompañaba.
- Reforzar el posicionamiento de Milka como “la marca más tierna”. El eslogan “Dare to be tender” cobró vida con esta acción.
Impacto en cifras
- La campaña se lanzó en países como Suiza, Francia, Alemania y Austria.
- Más de 500,000 cuadritos fueron enviados durante los primeros tres meses.
- El tráfico en la web de Milka aumentó un 320%, y las ventas de la tableta especial superaron las expectativas en un 40%.
- Fue premiada en festivales como Cannes Lions y Eurobest, en categorías de marketing directo y diseño de empaque.
