Hay bandas que nacen para llenar estadios. Y luego están Los Esquizitos: nacieron para llenar sótanos mal iluminados, bares con olor a humedad y tocadas clandestinas con más feedback que oxígeno. Nacieron para ser leyenda del punk surf hecho en México, pero también para ser un secreto a gritos entre los oídos correctos. Y vaya que han gritado.
- A media ruta entre la sátira de un cómic punk y la decadencia de una novela negra sin final feliz, Los Esquizitos no hacen canciones: fabrican escenas. Como si Tarantino se hubiera criado en Iztacalco y escuchado The Sonics mientras leía poesía maldita. Su tema “La noche era nocturna” no es un simple track, es una postal rota de una ciudad hecha añicos: persianas torcidas, vecinas chismosas, teléfonos que llaman con desesperación existencialista y cigarrillos que se consumen como la poca fe que queda en el amor.
“El reloj corría como gallina renga”
“La tristeza se mudaba lentamente a mis ojos”
“No quería saber más de las mujeres… no de las que ya conocía al menos”
Cada línea es un puñetazo existencial, un monólogo interior salido de una mente rota. La música no acompaña: atropella. El surf punk de Los Esquizitos no es playero ni para andar en patineta. Es música para esperar en un cuarto con paredes manchadas, viendo cómo el tiempo y la cordura se escurren por una rendija.

De la Condesa al infierno: cronología de una banda maldita
Fundados en 1994 en la Ciudad de México, Los Esquizitos fueron la patada en los dientes que necesitaba una escena musical adormilada por el “rock en tu idioma” y el pop alternativo. Mientras Café Tacvba se ponía experimental y Zoé escribía letras que ni ellos entendían, estos cuatro dementes se presentaban con camisas hawaianas, máscaras y guitarras cargadas de ácido y sarcasmo.
Su primer disco, “Los Esquizitos” (1998), es hoy un objeto de culto. “¡Pum-Pum!, ¡Bang-Bang!”, “Santo y Lunave”, “La Polka de Brian”: todos himnos de una generación que nunca tuvo MTV, pero sí un chingo de ganas de prenderle fuego al sistema desde la cochera de sus padres. Después vinieron los discos:
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Hágalo Usted Mismo (2001)
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Tú Quieres Ser Como Yo (2011)
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Por Favor, Calmantes (2017)
En todos, el espíritu era el mismo: ruido, humor negro, disonancia emocional y letras que oscilan entre la sátira existencial y el cine de clase B.
Video por Cecilia Beaven (Samuraiceci) and me (Capitán Beluga). http://samuraiceci.blogspot.com http://capitanbeluga.blogspot.com
“Reviví gracias a una guitarra desafinada y un cuarto mal ventilado”
“La noche era nocturna” es quizá su declaración más honesta: una balada sombría narrada como si Charles Bukowski se hubiera metido a grabar con Los Saicos. El protagonista no es héroe ni antihéroe. Es un alma seca que observa desde la persiana rota, que recibe la visita de su ex y su nuevo galán en un Chevrolet oxidado, y que, con toda la resignación del mundo, decide saludar con un revólver en mano.
“Mi revólver
Más inteligente y capaz que ellos dos
Asoma su ojo letal por la ventana”
Es cine. Es poesía. Es punk. Es Los Ezquisitos en su estado más crudo.
