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La Navidad no empieza el 24: empieza con el hype

Cuando eres niño en los noventas, la Navidad no empieza el 24. Empieza semanas antes, cuando Canal 5 y Chabelo te bombardeaban con esos deliciosos infomerciales disfrazados de programas: los demo products. Los juguetes no solo se mostraban. Te contaban una historia. Y uno, como buen consumidor en formación, se tragaba ese storytelling con papas y refresco.

La emoción no era solo abrir el regalo. Era imaginarlo, soñarlo y memorizar cada detalle que esos locutores épicos nos relataban: que si la espada de Lion-O lanzaba rayos, que si el Batimóvil era también avión, que si las Tortugas Ninja ahora eran prácticamente ingenieros en robótica.

Eso era mercadotecnia. Eso era cultura pop. Y eso nos formó.

¿cómo le vendes el juego a una generación que vive pegada a la pantalla?

Años después, con el equipo de Viernes Media y en colaboración con Lua Films, nos cayó el reto que cualquier niño interior soñaría: conceptualizar, escribir y dirigir los demo products de Hasbro México para algunas de sus franquicias más poderosas.

Pero había una dificultad nivel “final boss”: ¿cómo le transmitimos a los niños de hoy —hijos de YouTube, TikTok y scroll infinito— la emoción física y social de jugar?

Spoiler: lo logramos.

NERF, para los que no le temen a las paredes rotas

Diseñamos un demo product para la nueva serie de pistolas NERF, con un sistema de disparo renovado que convertía cualquier sala familiar en un campo de batalla y a cada tío en un rehén potencial.

La narrativa se enfocó en tres pilares:

  • Potencia (para sentirte un héroe de acción).

  • Precisión (para competir con tus primos sin romper demasiadas cosas).

  • Comunidad (porque disparar dardos solo no tiene chiste).

El Delfín Animatrónico, la mascota que siempre quisiste pero tus papás nunca te compraron

Para el público preescolar creamos la historia de un delfín interactivo que no solo respondía a la voz y el tacto, sino que se volvía tu mejor amigo digital. Era el peluche 2.0. El Tamagotchi que evolucionó y ahora sí te escucha.

Aquí el storytelling apelaba a:

  • Conexión emocional.

  • Aprendizaje y reacción.

  • La nostalgia de querer una mascota que realmente interactúe.

(Confesión: el equipo adulto se encariñó tanto con el delfín que se convirtió en la mascota no oficial de la producción).

Caso 3: Spider-Man y Monopoly: porque los clásicos nunca mueren, solo se actualizan

Spider-Man: diseñamos un demo donde el foco fue resaltar las nuevas articulaciones y acabados premium de las figuras. Básicamente, los Spider-Man que soñaste tener cuando eras niño y tus papás no compraron porque «eran muy caros».

Monopoly Nueva Edición: el juego que ha causado más divorcios amistosos que cualquier terapeuta familiar. Aquí trabajamos una narrativa que combinaba competitividad, humor y el atractivo de las nuevas piezas y reglas.

La dirección creativa: dejar salir al niño interior (y también al mercadólogo)

Más allá de los guiones y las tomas, la dirección creativa de estos demo products fue una experiencia de inmersión completa en el «storyselling»: cómo contar una historia que no solo describa un producto, sino que venda emociones, conexiones y deseos.

Cada juguete fue tratado como un personaje. Cada video fue un microcuento. Y cada guión fue escrito por un equipo que recordó lo que era emocionarse al ver esos anuncios mágicos de los 90.

Resultado: nostalgia, diversión y… sí, ventas

No solo creamos piezas audiovisuales. Creamos experiencias. Y lo mejor: logramos que niños y papás sintieran esa chispa que alguna vez encendieron Chabelo, el Canal 5 y las vitrinas de Juguetrón.

Para mí, este proyecto no fue solo trabajo. Fue la oportunidad de mezclar marketing, narrativa y pura diversión. Y de recordarle a una nueva generación que jugar no es solo pasar niveles en el iPad. Es imaginar, competir y reírse en la vida real.