México tiene un papel privilegiado y enorme en la conservación de las tortugas marinas. De las siete especies que existen en el planeta, seis llegan a nuestras costas para anidar, alimentarse o descansar en su largo viaje por los océanos. Estas viajeras incansables cumplen funciones vitales en los ecosistemas, desde mantener saludables los arrecifes hasta nutrir los pastos marinos. Sin embargo, todas están en peligro de extinción. Afortunadamente, a lo largo de las playas mexicanas existen más de 200 campamentos tortugueros donde comunidades, voluntarios y autoridades trabajan para asegurarles un futuro. 

Conoce a nuestras viajeras incansables

En México podemos encontrarnos con seis especies que parecen sacadas de un cuento:

  •  Tortuga laúd (Dermochelys coriacea) – la más grande, capaz de cruzar océanos completos.
  •  Tortuga golfina (Lepidochelys olivacea) – la más abundante en nuestras playas.
  • Tortuga caguama (Caretta caretta) – reconocida por su cabeza fuerte y robusta.
  • Tortuga prieta o verde (Chelonia mydas) – fanática de los pastos marinos.
  • Tortuga carey (Eretmochelys imbricata) – famosa por su bello caparazón.
  • Tortuga lora (Lepidochelys kempii) – la más pequeña, pero una de las más amenazadas.

Dato curioso: ¡La tortuga laúd puede medir hasta 2 metros y pesar más de 600 kilos!

¿Por qué son tan importantes?

Las tortugas marinas son auténticas guardianas del mar.

  • Mantienen los arrecifes saludables.
  • Ayudan a regenerar los pastos marinos.
  • Transportan nutrientes entre ecosistemas.
  • Contribuyen a estabilizar playas y dunas.

Si desaparecen, el equilibrio del océano se tambalearía.

Una realidad difícil

Aquí es donde el corazón se aprieta: todas las especies de tortugas marinas que llegan a México están en peligro de extinción.
Durante décadas fueron cazadas por su carne, huevos y caparazón. Aunque hoy están totalmente protegidas por la ley, siguen enfrentando amenazas como:

  • Pesca incidental en redes.
  • Contaminación de mares y playas.
  • Turismo irresponsable.
  • Cambio climático.
  • saqueo de nidos 
  • comercialización de la s tortugas 


“Las tortugas llevan más de 100 millones de años en la Tierra… y hoy dependen de nosotros para sobrevivir.”

La esperanza: los campamentos tortugueros

Por suerte, la historia también tiene luz. En las costas mexicanas existen más de 200 campamentos de protección de tortugas marinas.

Ahí, biólogos, comunidades locales y voluntarios se organizan para:

  • Vigilar playas de anidación.
  • Resguardar nidos y huevos.
  • Asegurar que las crías lleguen al mar.
  • Promover la educación ambiental.

Ubicaciones destcadas:

  • Pacífico: Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Colima y Jalisco.
  • Golfo de México: Tamaulipas.
  • Caribe: Quintana Roo y Yucatán.

Experiencia única: Participar en una liberación de tortugas es un recuerdo que te acompaña toda la vida.

¿Qué podemos hacer nosotros?

Aunque no vivas en la playa, tú también puedes ser parte de su protección:

  • Respeta las playas de anidación (no fogatas, no luces, no vehículos).
  • Nunca compres productos de tortuga.
  • Si visitas una playa, observa en silencio y a distancia.
  • Apoya a los campamentos locales como voluntario, con donaciones o difundiendo su labor.

Las tortugas marinas son sobrevivientes del tiempo. Han visto desaparecer a los dinosaurios, han viajado mares infinitos y hoy nos necesitan más que nunca

.Protegerlas es más que un acto de amor: es un compromiso con nuestro propio futuro.