Un anuncio que sacude al mundo tecnológico
En un movimiento que sacudió tanto a Wall Street como a Silicon Valley, Donald Trump anunció que impondrá nuevos aranceles a todos los productos de Apple fabricados fuera de Estados Unidos, incluyendo los iPhones ensamblados en China, India y Vietnam. Esta medida, según el expresidente, busca “recuperar empleos americanos” y “castigar a las corporaciones que abandonaron el suelo estadounidense por mano de obra barata”.
El anuncio llega en un momento delicado para Apple, que ya enfrenta desafíos por la competencia en el mercado asiático y una desaceleración en las ventas globales de smartphones. Según expertos, estos aranceles podrían aumentar significativamente los costos para la compañía y, en consecuencia, para los consumidores. Algunos analistas estiman que un iPhone podría subir entre $100 y $200 dólares si Apple decide trasladar el costo al usuario final.
¿Por qué ahora?
Trump ha usado históricamente los aranceles como arma comercial, especialmente contra China. Sin embargo, este nuevo ataque parece apuntar más a presionar a las grandes tecnológicas para repatriar sus cadenas de producción. En discursos recientes, Trump criticó abiertamente a Apple, acusándola de “aprovecharse del sistema americano mientras fabrica en el extranjero”.
El problema es que Apple depende profundamente de Foxconn y Pegatron, gigantes manufactureros asiáticos que producen más del 90% de los iPhones. Mudar la producción a EE.UU. no solo sería costoso, sino técnicamente complicado, debido a la falta de infraestructura y mano de obra calificada.

Impacto para el consumidor
Si estos aranceles se implementan, el golpe lo sentirán primero los compradores. Los nuevos modelos de iPhone, que ya superan los $1,000 dólares, podrían convertirse en productos aún más elitistas. Además, los distribuidores y operadores temen que las ventas caigan drásticamente en mercados sensibles al precio, como América Latina.
Por otro lado, hay quienes opinan que esto podría empujar a Apple a innovar, diversificando su producción hacia países que no estén bajo aranceles o invirtiendo finalmente en plantas dentro de EE.UU., algo que hasta ahora solo ha hecho de manera limitada.
Apple responde
Tras el anuncio, Apple publicó un comunicado breve pero contundente: “Estamos comprometidos con brindar los mejores productos a nuestros usuarios, y seguiremos evaluando nuestras opciones frente a las decisiones comerciales globales”. Según insiders, Tim Cook, CEO de Apple, ya ha iniciado conversaciones con legisladores para intentar suavizar la medida o conseguir excepciones.
El mercado reaccionó con nerviosismo: las acciones de Apple cayeron un 4% en las primeras horas después del anuncio, arrastrando también a otras tecnológicas como Microsoft y Nvidia.

¿Por qué debería interesarte esto?
Más allá de las grandes cifras corporativas, estos aranceles podrían cambiar la manera en que consumimos tecnología. Si Apple sube sus precios, podría abrir oportunidades para marcas competidoras como Samsung, Google y Xiaomi, quienes fabrican en otros lugares o tienen estructuras de costos más flexibles.
Además, plantea un debate profundo sobre el papel de las corporaciones en la economía local: ¿deberían ser castigadas por producir en el extranjero, o son simplemente víctimas de la globalización? Para los consumidores, es un recordatorio de que las tensiones geopolíticas no solo se juegan en los titulares, sino en el bolsillo diario.
Recursos multimedia
Video explicativo del anuncio de Trump (Bloomberg)
Fuentes del artículo: