Más de 15 años después del estreno de El Diablo Viste a la Moda, una de las películas más influyentes del cine contemporáneo relacionado con la moda, regresa con una secuela que ha generado grandes expectativas. Dirigida nuevamente por David Frankel, con la participación confirmada de Meryl Streep como la temida e icónica Miranda Priestly, esta nueva entrega se adapta a una industria completamente transformada por la tecnología, las redes sociales y la cultura de la inmediatez.
La historia parte del inevitable enfrentamiento entre lo clásico y lo digital. Miranda, ahora una figura legendaria con una carrera consolidada, enfrenta el ocaso de las publicaciones impresas mientras lucha por mantener la relevancia de su imperio editorial. La trama gira en torno a su relación con su exasistente, Emily Charlton (interpretada por Emily Blunt), quien ahora trabaja en una importante firma de relaciones públicas especializada en influencers y marcas sustentables. Esta dinámica plantea un choque generacional y de valores, que sirve como espejo de la evolución de la industria de la moda.
Aunque aún no se ha confirmado si Anne Hathaway retomará su papel como Andy Sachs, fuentes cercanas a la producción aseguran que el guion deja abierta la posibilidad de una participación clave que daría cierre a varios conflictos emocionales del primer filme. Andy, ahora convertida en una periodista respetada, podría ser el puente entre el viejo y el nuevo mundo, tal como lo fue en 2006.
Uno de los mayores aciertos de la secuela es su enfoque contemporáneo. El Diablo Viste a la Moda 2 no es solo una historia sobre moda, sino sobre poder, reinvención y la búsqueda de relevancia en un entorno cambiante. La cinta aborda temas actuales como el fast fashion, la cancelación de figuras públicas, la obsesión por la perfección en redes sociales y la explotación laboral en industrias creativas. Además, introduce nuevos personajes jóvenes que representan la diversidad y la frescura del panorama actual, sin perder la esencia sarcástica e inteligente del guion original.
En cuanto al diseño de vestuario, los ojos están puestos en el trabajo de Patricia Field, quien vuelve para dar vida a los atuendos de esta nueva era fashionista. Las primeras imágenes filtradas muestran a Miranda con trajes monocromáticos vanguardistas, y a Emily luciendo combinaciones que mezclan lujo con sostenibilidad, en una clara declaración de principios.
A nivel técnico, la producción promete mantener el ritmo elegante y visualmente sofisticado que caracterizó a la primera parte, con locaciones en Nueva York, Londres y Milán, así como cameos de figuras reales del mundo de la moda y el entretenimiento.
El regreso de El Diablo Viste a la Moda no solo representa una oportunidad nostálgica para los fans, sino también un momento de reflexión para la industria sobre el valor del contenido editorial frente al contenido viral, y sobre cómo las figuras femeninas en puestos de poder siguen marcando pauta más allá del glamour.
Con una fecha tentativa de estreno para finales de 2026, esta película podría no solo romper taquilla, sino convertirse en un documento de análisis cultural sobre el impacto del liderazgo femenino, la transformación digital y el eterno poder del estilo.