CUANDO ESTÁS MONTANDO UN CADÁVER Y NO QUIERES ACEPTARLO
Hay un momento en la vida en el que todos nos damos cuenta de que algo está muerto. Puede ser una relación, un proyecto, una estrategia de marketing, un negocio, o incluso una banda de rock que se niega a retirarse a pesar de que su última rola decente salió cuando los celulares aún tenían botones. Pero en lugar de aceptar la dura verdad, nos aferramos al cadáver como si revivirlo fuera una posibilidad real. Bienvenidos a la «Teoría del Caballo Muerto».

LA NEGACIÓN ES UNA DROGA FUERTE
Según esta teoría, cuando descubres que estás montando un caballo muerto, la opción obvia es desmontar y buscar otro medio de transporte. Pero claro, la lógica no es el fuerte de muchas personas y organizaciones, así que en lugar de aceptar lo evidente, lo que hacen es lo siguiente:
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Compran una silla de montar nueva. Porque claramente el problema no es que el caballo está muerto, sino que no tenía una buena montura ergonómica.
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Le cambian la dieta. Tal vez si le damos alimento premium de importación y le ponemos un Nutriólogo Holístico equino, reviva por arte de magia.
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Cambian al jinete. Nuevo jefe, nuevas ideas, misma carroña.
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Despedir al entrenador de caballos. Obvio el problema es la gente, no la bestia en estado de descomposición.
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Organizar reuniones para analizar el problema del caballo muerto. Porque no hay problema que una serie de juntas innecesarias y un PowerPoint de 50 diapositivas no puedan empeorar.
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Compararse con otros caballos muertos. «Mira, este otro equipo también está montando un cadáver. No estamos tan mal.»
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Invertir en cursos de capacitación para el caballo. Porque tal vez solo le faltó motivación.
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Redefinir el concepto de ‘muerto’. «Bueno, técnicamente sigue ahí. Y si está ahí, aún cuenta como activo.»

APLICADO A LA VIDA REAL
Ahora, esta joya del autoengaño se aplica en todo. Veamos algunos ejemplos:
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Marketing digital en empresas obsoletas. Cuando una empresa sigue usando estrategias de hace 10 años y cree que abrir un TikTok salvará su marca.
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Relaciones personales. Ese amigo que lleva 5 años en una relación tóxica porque «las cosas van a cambiar» (spoiler: no lo harán).
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Emprendimientos fallidos. Cuando alguien insiste en vender productos que nadie quiere, pero la solución es «más publicidad».
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Burocracia. Nada grita «caballo muerto» como llenar formularios, enviarlos, recibir correcciones y repetir el ciclo ad infinitum sin que nada cambie realmente.

BAJARSE DEL MALDITO CABALLO
La «Teoría del Caballo Muerto» nos enseña que hay momentos en los que es mejor aceptar la derrota y avanzar. No es fracasar, es simplemente reconocer que hay mejores maneras de invertir el tiempo y los recursos. Así que si estás en una situación donde claramente lo que estás haciendo no funciona, no pierdas más tiempo decorando un cadáver. Bájate del caballo, consigue otro y sigue adelante.
Y recuerda: si necesitas una metáfora para entender lo obvio, probablemente ya estás en problemas.
Como profesor, te digo que no tiene nada de malo fracasar, pero es muy sabio darte cuenta de en qué momento el caballo de la empresa está en un mejor lugar, pastando con otros caballos en colinas de arcoíris y galletas.