Bienvenido al juego favorito del México moderno: Compra un depa carísimo en una ciudad que ya ni siquiera te quiere ahí. Si tienes menos de 35 años, no tienes herencia, trabajas en algo creativo, o simplemente no eres narcotraficante, este artículo es para ti. Porque aunque te vendan la idea de que “invertir en bienes raíces es lo más seguro”, la realidad es que, en la Ciudad de México, estás más cerca de comprar un mamey podrido en el súper que de tener una propiedad con escritura.

¿Qué demonios es una burbuja inmobiliaria y por qué debería importarte si no tienes ni para el depósito del gas?
Una burbuja inmobiliaria es ese fenómeno mágico-económico donde los precios de las casas suben como si fueran acciones de Tesla y tú te quedas mirando desde la banqueta. ¿Por qué suben? Porque sí. Porque alguien dijo que el metro cuadrado en la Roma vale más que tu riñón, y todos lo creyeron. Eventualmente, como toda ilusión colectiva, la burbuja estalla. Los precios caen, los inversionistas se deprimen, y tú sigues sin casa… pero con memes sobre gentrificación.

La CDMX: capital cultural, creativa… y estúpidamente cara.
La historia es simple: antes la gente vivía donde podía. Hoy, la gente vive donde los developers deciden que es “hipster” vivir. Roma, Condesa, Juárez, San Rafael, Santa María la Ribera, y próximamente cualquier colonia que tenga más de una fonda vegana y una galería con paredes descascaradas. Los departamentos están a precios tan ridículos que ya no se calculan en pesos, sino en “cuántos OnlyFans tengo que abrir para pagar el enganche”.
¿Y por qué suben tanto? Por la especulación, por los extranjeros que pagan en dólares, por los digital nomads, por las apps de renta por día, por los fondos de inversión, y por esa necesidad ridícula de vivir cerca de una panadería con nombre en francés.

¿Vale la pena invertir? Depende. ¿Tu papá es dueño de una minera?
Vamos a decirlo con todas sus letras: si eres joven, tienes pocos recursos y estás pensando en comprar un depa en la CDMX para “invertir”, mejor invierte en terapia. Porque lo que te espera es una hipoteca de 30 años, con intereses dignos de película de terror, para un minidepa sin ventilación, en un edificio donde el elevador no sirve desde 2022. Y eso si tienes suerte.
Aquí algunos facts para bajarte la calentura inmobiliaria:
Precios Inflados: Estás pagando tres millones por 60 m² porque alguien en TikTok dijo que la Juárez está «on fire».
Gentrificación Destructiva: Tus vecinos originales (sí, los que hacen las quesadillas sin queso) ya no están. Se fueron porque el alquiler subió más que el dólar.
Hipotecas Letales: Si no ganas arriba de 30 mil pesos mensuales, el banco te va a ofrecer un crédito que solo alcanza para una bodega… en Ecatepec.

¿Y si me lanzo a buscar alternativas?
Una opción sensata (aunque menos Instagrameable) es buscar zonas fuera del radar millennial. No Roma, no Condesa, no Narvarte. Zonas como Azcapotzalco, Iztacalco o la nueva joya de la especulación: Doctores. Incluso ahí, el riesgo de sobreprecio es alto, pero al menos el pan de muerto todavía cuesta menos de 30 pesos.
También podrías considerar esquemas como:
Renta con opción a compra: Difícil de encontrar, pero menos suicida.
Co-inversión con roomies o familia: Básicamente hipotecar tus relaciones afectivas a cambio de un inmueble.
Mudarte a otra ciudad: Te sorprenderías de lo que puedes comprar en Puebla, León o Mérida con lo que aquí apenas te alcanza para un clóset.

Comparación rápida: CDMX vs. el infierno (también conocido como San Francisco)
Lo que está pasando aquí no es nuevo. En San Francisco, Nueva York, Berlín y Barcelona ya pasaron por esto: precios infladísimos, desplazamiento brutal, y ciudades que terminan vacías, sin alma y llenas de Airbnbs con decoración de revista. ¿Vamos para allá? Probablemente. Porque el gobierno no regula nada, y mientras más caro sea vivir aquí, más sexy suena para los inversionistas.
Si tienes pocos recursos y quieres «invertir» en CDMX, piénsalo bien. Porque lo que estás comprando no es una casa: es una promesa de status que puede desmoronarse en cualquier momento. Quizá vale más la pena usar ese dinero en otras cosas: una educación, un negocio, o un boleto de salida a una ciudad donde el sueldo mínimo no se va entero en pagar el mantenimiento.
Eso sí: si compras, compra por vivir. No por especular. No por aparentar. No por “hacer patrimonio”. Porque en esta ciudad, lo único garantizado es que si no tienes varo… el patrimonio eres tú. Y ya te lo están gentrificando.
Fuentes Académicas y Especializadas
Sánchez, A. & Alvarado, L. (2020).
La gentrificación en la Ciudad de México: causas y consecuencias sociales.
Revista Mexicana de Sociología, 82(3), 465-489.“El encarecimiento del suelo urbano en zonas centrales ha desplazado a poblaciones de bajos ingresos, consolidando procesos especulativos que derivan en burbujas inmobiliarias localizadas.”
García-Peña, A. (2021).
Mercado inmobiliario y vulnerabilidad urbana en la CDMX.
Bitácora Urbano Territorial, 31(2), 31-45.«El crecimiento del mercado se sustenta más en dinámicas de inversión que en necesidades habitacionales reales.»
Aguilar, A. G., & Mateos, P. (2011).
Globalización e inversión inmobiliaria: el caso de la Ciudad de México.
Revista Eure, 37(111), 89-111.“El capital extranjero ha encontrado en el mercado inmobiliario mexicano una vía para capitalizar excedentes, elevando artificialmente el valor de las propiedades.”
Organismos y Datos Oficiales
INEGI (2023).
Índice de precios de la vivienda en México (2020-2023).
https://www.inegi.org.mxReporta incrementos del 11.3% anual en el precio de vivienda en CDMX, muy por encima del crecimiento salarial en el mismo periodo.
Sociedad Hipotecaria Federal (SHF, 2023).
Reporte del mercado de vivienda en México.
https://www.gob.mx/shf“Los precios de la vivienda en zonas centrales de la CDMX han tenido una revalorización superior al 45% en 5 años, mientras que la demanda de vivienda social ha disminuido.”
ONU-Hábitat (2018).
Diagnóstico de vivienda en la Zona Metropolitana del Valle de México.
https://onuhabitat.org.mx“La producción de vivienda en la ciudad ha priorizado el segmento medio-alto y turístico, dejando desatendida la demanda real de sectores populares.”
Periodismo e Investigación Social
Ramos, C. (2022, abril 17).
El ‘boom’ inmobiliario que vacía el centro de la Ciudad de México.
El País.
https://elpais.com/mexico/2022-04-17“Vecinos de la colonia Juárez denuncian desplazamiento y aumento de precios tras la llegada de nómadas digitales y desarrolladores inmobiliarios.”
González, M. (2023, agosto 3).
CDMX: ¿una ciudad solo para ricos?
Animal Político.
https://www.animalpolitico.com“El mercado inmobiliario está desconectado del ingreso promedio del habitante. Mientras un sueldo promedio ronda los 10,000 pesos mensuales, un crédito hipotecario requiere ingresos de al menos 25,000.”
Barragán, C. (2023, enero 12).
Burbuja inmobiliaria: ¿síntoma de éxito o desastre inminente?
Expansión.
https://expansion.mx“El fenómeno de burbuja no siempre se reconoce a tiempo. El sobreprecio sostenido por inversión especulativa sin ocupación real es una señal clara.”