En un rincón lleno de sintetizadores de juguete y ecos de VHS, Corvalliss desafía la escena musical con su propio manifiesto: el hardcore pop. ¿Qué significa eso? Es la nostalgia reimaginada, donde las cajas de ritmo ochenteras y los teclados descontinuados construyen un sonido que es tan crudo como melódico, tan experimental como familiar. Es un universo donde las guitarras eléctricas no son protagonistas porque, seamos francos, el rock ya tuvo su reinado y está lleno de clichés. Aquí, los sintetizadores mandan, y la nostalgia no es un truco, es la materia prima.

Conformado por Luisfer Pacheco (teclado y voz), Y en una primera encarnación con B.J. Watson como productor de los primeros EPs (ahora colaborando en espíritu desde las frías tierras de Finlandia, donde corta madera con dedicación), la icónica Sandrushka Petrova (de Descartes a Kant), y Luis René Ibarra, un prodigio del contrabajo ahora sacando chispas en su labor de productor e ingeniero de este proyecto con maestría técnica, Corvalliss no busca encajar, sino crear. Desde su primer EP “The Loneliness Of The Schoolyard Runner”, grabado en Barcelona, hasta su más reciente trabajo Grasa Joven, han demostrado que no es tarde para llegar a una fiesta; es más, si ya terminó, esa no era tu fiesta. Su música no es solo una experiencia sonora, es un simulador de TDH que mezcla recuerdos de maquinitas, comerciales de cereales y maratones de películas ochenteras en formato VHS, todo aderezado con sintetizadores que pueden fallar en cualquier momento, porque aquí lo humano y lo imperfecto son parte del show.

Nostalgia traducida al sonido

Corvalliss es como el soundtrack de un VHS olvidado en un videoclub. Su música resuena con esa textura granulada de una película reproducida demasiadas veces. No es casualidad; los sintetizadores que utilizan son juguetes descontinuados de los 80s, rescatados por Luisfer en búsquedas casi arqueológicas. Algunos de estos teclados, con nombres como «El Chiquito» y «El Mutante», incluso fueron robados a amigos que son personajes de ciencia ficción en sí mismos como es el caso del «meño» de quien hablaremos en otro capítulo.

Pero aquí no hay sobrantes de venta de garage, hay arte. Todo pasa por un filtro creativo que incluye distorsiones, cajas de ritmos kawaii japonesas y arreglos melódicos que, aunque minimalistas, explotan con potencia emocional. Con influencias de bandas como Chromatics y Kaitlyn Hanna, Corvalliss crea un collage sonoro que podría ser descrito como dream pop con glitter y mugre, una mezcla de melodías brillantes y ruido sucio.

Vivir el riesgo en vivo

Verlos en el escenario es un regreso a esas noches de videojuegos y películas de terror que terminaban en intentos por sintonizar canales de soft porn en una tele conectada al cable coaxial de nuestra infancia. Su primera presentación en el Alicia, fue un viaje a esa infancia con controles gigantes de Nintendo como parte de la experiencia interactiva. ¿El truco? No hay trucos. Todo lo que ves y escuchas está ocurriendo en tiempo real, con secuencias de películas que deben encajar y con Luisfer sudando porque un cable no conecta bien. Esa adrenalina de la perdición es lo que hace que cada show de Corvalliss sea único.

Talento más allá de los 27

Olvídate de la narrativa de que el pináculo creativo está reservado para los 27. Corvalliss está aquí para demostrar que la verdadera magia surge cuando entiendes lo que quieres hacer, sin prisas y sin la presión de cumplir expectativas externas. Grasa Joven no es un disco hecho para gustar, es un disco que simplemente existe porque tenía que existir. Encontrando asi la personalidad de su propio sonido.  Desde el lado minimalista de los sintetizadores hasta la producción, hecha casi completamente en Bahía de Kino durante la pandemia, este álbum encapsula la esencia de lo que significa hacer música para uno mismo y para quien quiera escuchar. Conociendo personalmente a sus creadores desde las cenizas de Elmo, no nos sorprendería que las frecuencias de las ballenas hubieran poseído sus cerebros para gestar estos sonidos.

Corvalliss no es solo una banda; es una declaración. Una que dice que las reglas están para romperse, que la nostalgia es un arma poderosa y que el talento no tiene fecha de caducidad.

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https://www.instagram.com/corvalliss_hardcorepop/?hl=es

https://corvalliss.bandcamp.com/