Mis adodades alumnes, hoy les voy a recomendar algo revolucionario, algo que, si me hacen caso, podría ser lo que los saque del apocalíptico vacío existencial (a.k.a. su konton personal) y los ponga en el camino hacia la productividad real. Dejen los libros de autoayuda azucarados y endulzados hasta el empalago, porque vamos a hablar de Tiny Habits, de BJ Fogg. Sí, el tipo tiene nombre de DJ de reguetón, pero no se dejen engañar: este libro es como un manual de hackeo para el cerebro, y, aunque suene increíble, no les va a pedir que hagan nada épico. En su lugar, solo se trata de… ¡hábitos diminutos! Ya sé, ya sé, están pensando: «Profe, ¿qué voy a lograr haciendo minicosas?». Bueno, ahí está el truco: según Fogg, el 90% de lo que creen que saben sobre el cambio de hábitos está mal. Los humanos no cambiamos por inspiración divina, sino por pequeñas trampas que nos ponemos a diario.


10 enseñanzas clave del libro Tiny Habits de BJ Fogg:

  1. Modelo de Comportamiento de Fogg (B=MAP): El comportamiento ocurre cuando convergen simultáneamente la Motivación, la Capacidad (Ability) y un Disparador (Prompt). Este modelo enfatiza que, para que un comportamiento se manifieste, deben estar presentes estos tres elementos.
  2. Importancia de la Simplicidad: Simplificar un comportamiento aumenta la probabilidad de su adopción. Al reducir la complejidad, se disminuye la dependencia de la motivación, facilitando la formación del hábito.
  3. Eficacia de los Hábitos Pequeños: Introducir cambios diminutos, como hacer dos flexiones después de usar el baño, puede conducir a transformaciones significativas con el tiempo. Estos hábitos pequeños son más fáciles de incorporar y mantener.
  4. Anclaje de Nuevos Hábitos a Rutinas Existentes: Asociar un nuevo hábito con una acción ya establecida (llamada «Ancla») facilita su integración en la rutina diaria. Por ejemplo, después de cepillarse los dientes, realizar una nueva acción deseada.
  5. Celebración Inmediata: Reforzar positivamente un nuevo hábito inmediatamente después de realizarlo ayuda a consolidarlo. Gestos simples como decir «¡Bien hecho!» pueden fortalecer la asociación positiva con el comportamiento.
  6. Desempeño de la Motivación y la Capacidad: La motivación es variable e inconstante; por lo tanto, es más efectivo enfocarse en aumentar la capacidad para realizar un comportamiento, haciéndolo más sencillo y accesible.
  7. Identificación de Disparadores Eficaces: Los disparadores son esenciales para iniciar un comportamiento. Seleccionar señales claras y consistentes en el entorno puede aumentar la probabilidad de realizar el nuevo hábito.
  8. Adaptación y Crecimiento de los Hábitos: Comenzar con hábitos pequeños permite adaptaciones y expansiones graduales, lo que facilita la incorporación de comportamientos más complejos con el tiempo.
  9. Impacto de las Emociones en la Formación de Hábitos: Las emociones positivas experimentadas al realizar un nuevo hábito fortalecen su consolidación. Sentimientos de éxito y satisfacción aumentan la probabilidad de repetición del comportamiento.
  10. Diseño de Comportamientos Personalizados: Fogg enfatiza la importancia de adaptar los hábitos a las circunstancias y preferencias individuales, reconociendo que no existe una solución universal para la formación de hábitos.

BJ Fogg habla en serio cuando dice que puedes mejorar sin forzar tu fuerza de voluntad (esa que pierdes a los cinco minutos de abrir el TikTok). La clave, y aquí les va el secreto para no morir en el intento, es hacer cambios tan microscópicos que ni los notes. Fogg es el verdadero nudger, aplicando lo que la economía conductual ya nos venía gritando: la gente no quiere ni puede cambiar por sí sola, y si alguien te dice lo contrario, es probable que sea una estafa piramidal o tu abuelo dando cátedras de «disciplina». Con Tiny Habits, no necesitas disciplina, solo una buena estrategia de anclaje (sí, en serio, lo puedes hacer pegando tu nuevo hábito a algo que ya haces, como cepillarte los dientes… o checar memes antes de dormir). ¿Y qué tiene de científico este rollo de «hábitos diminutos»? Mucho. Fogg convierte los impulsos aleatorios en elecciones conscientes, a punta de refuerzos positivos inmediatos, ¡y ahí está el truco! La economía conductual sabe que, si te celebras con la misma intensidad que cuando sacas un 7 «bien ganado», tus hábitos empiezan a pegar. Así que, lean este libro y, por favor, sáquense del konton antes de que la adultez real los agarre sin saber qué hacer.