Los Óscares son ese evento donde las celebridades lloran en HD, se abrazan entre ricos, y nos recuerdan que nunca seremos parte de esa fiesta, aunque hayamos visto Barbie cuatro veces. Pero ahora que TikTok convirtió a cualquier adolescente con un aro de luz en potencial estrella global, surge una pregunta incómoda:
¿Todavía valen algo los premios de la Academia? ¿O estamos frente al último suspiro de un Hollywood que ya nadie toma en serio, excepto Hollywood?

La alfombra roja es ahora un scroll infinito

Durante décadas, ganar un Óscar significaba entrar al olimpo cinematográfico. Hoy, un video viral grabado con un iPhone en una gasolinera puede darte más fama, más contratos y hasta una colaboración con Adidas. No estamos exagerando. Vivimos en una época donde la narrativa visual no se mide en fotogramas por segundo sino en engagement rate.
Y mientras tanto, los Óscares siguen creyendo que la gente se emociona por ver si una película húngara en plano secuencia se lleva “Mejor Edición de Sonido”.

¿La cruda verdad? La gala se siente como una reunión de exalumnos de una preparatoria de millonarios, donde todos se aplauden entre sí y tú solo estás ahí por los memes del día siguiente.

De discursos eternos a scrolls de tres segundos

Vivimos una paradoja: nunca ha habido tanto contenido audiovisual como ahora, pero nunca ha importado tan poco quién lo hizo. Lo que nos mueve no es el “cine de autor”, sino quién gritó más fuerte en el timeline.
¿Recuerdas el discurso de Brendan Fraser al ganar el Óscar? Exacto. Nadie. Pero sí recuerdas el video de la señora que se cae bailando en una boda y se vuelve meme durante dos semanas.

Porque eso es lo que consumimos: microdramas virales, no épicas de tres horas. En TikTok no hay tiempo para agradecer a tu agente. Solo para decir: “Like para la parte 2”.

Los premios que se premian a sí mismos

Los Óscares se parecen cada vez más a una empresa que imprime diplomas para sus propios empleados. La Academia premia lo que la Academia dice que es bueno, y el público responde con un “meh” colectivo mientras espera el siguiente episodio de The Last of Us o el siguiente live de Ibai.

¿Dónde queda el criterio del espectador? A veces ni siquiera se toma en cuenta. Películas adoradas por el público (Spider-Man: No Way Home, Barbie) son ignoradas en las categorías principales, mientras dramas que nadie vio excepto la crítica especializada se llevan la gloria.

TikTok: la nueva Academia del Pueblo

Con TikTok, la validación ya no pasa por un jurado de expertos. La validación es el algoritmo. Si el algoritmo te ama, eres relevante. Punto. Puedes ser un creador de efectos visuales de 16 años en Guadalajara y tener más visualizaciones que cualquier cortometraje nominado.

Esto no significa que el arte esté muriendo. Al contrario: se está descentralizando. Se está colando por las grietas del sistema, reinventándose en formatos breves, en voces nuevas, en estéticas que jamás pasarían por la alfombra roja del Dolby Theatre.

¿Entonces ya no importan los Óscares?

Importan, sí… pero para un grupo cada vez más reducido de personas. Cinéfilos de la vieja escuela, críticos de cine, estudiantes de comunicación con carta de intención para estudiar en la FAM… y por supuesto, los mismos actores que los ganan.

Para el resto del mundo, los Óscares son una excusa para ver vestidos bonitos, twittear sobre lo mal que envejeció Al Pacino y preguntar si todavía actúa Jessica Chastain.

La verdadera pregunta no es si importan los Óscares, sino si estamos dispuestos a redefinir lo que significa reconocer el talento. Y tal vez, solo tal vez, deberíamos empezar a premiar también al creador anónimo que te hizo reír, llorar o pensar… en 17 segundos y con un filtro de cara de perro.

Referencias de consulta

  1. Ciecko, A. T. (2021).
    Streaming platforms, TikTok, and global cinema: The new logic of media stardom.
    Journal of Cinema and Media Studies, 60(2), 137-145.

    «TikTok has replaced traditional gatekeepers with algorithmic taste-making, challenging film festivals and awards in cultural relevance.»

  2. Smith, C. (2023, March 13).
    Oscar ratings plunge again, signaling award shows’ cultural decline.
    Forbes.
    https://www.forbes.com

    “La audiencia de los Óscares ha caído más del 50% en la última década. La gala de 2021 tuvo apenas 9.85 millones de espectadores, la más baja en su historia.”

  3. Statista (2024).
    Most popular social media platforms among Gen Z worldwide.
    https://www.statista.com

    TikTok encabeza el uso diario entre personas de 16 a 24 años, mientras que solo el 3% declaró haber visto los Óscares completos en 2023.

  4. Trejo Delarbre, R. (2020).
    Cultura digital y nuevas formas de celebridad.
    Revista Mexicana de Comunicación, (159), 12-18.

    «La celebridad ya no necesita una trayectoria validada por premios; ahora basta con la visibilidad y la viralidad.»

  5. El País (2023, marzo 13).
    Óscar 2023: más nostalgia que innovación.
    https://elpais.com

    “La ceremonia se sostuvo más por la expectativa de un escándalo que por el reconocimiento real al cine.”